
No puedo dar a conocer esta pequeña crónica sin escribir antes unas sencillas palabras de introducción para que sean compañeras de viaje de quienes decidan adentrarse en el oculto camino que hoy hemos comenzado a construir. Palabras, sin duda, que nos guiarán hacia la meta final y enriquecerán nuestro conocimiento sobre un murciano grande y bueno.
Este libro no está escrito solamente para personas religiosas. Como dijo san Pablo, gentiles, creyentes, hombres, mujeres, negros, blanco, pobres, ricos, jóvenes y viejos… Todos somos iguales a los ojos del Señor.